martes, 6 de noviembre de 2012

Al borde de la muerte

Este finde he estado de okupa en el "Petit château" con Clara y Raquel, ya que Tere se quedó cuatro días más en París y me daba cosa estar sola en la lejanía de mi estudio. Qué hospitalidad y qué bien he comido con ellas ;) Tras la fiesta en casa del trío homeless del viernes, el sábado fue un día completamente casero, aunque más que casero, fue de hongo total, no echamos raíces de milagro. Tras anécdotas varias, este finde será recordado como "el de los agapornis", gracias a Isagata.

Finalizado el fin de semana, el lunes volvió Tere. Clara y yo estábamos en la estación esperándola y tras efusivos abrazos de reencuentro, nos fuimos las tres al "Petit château" a comer, invitadas por chef Clara. Con Tere de vuelta estaba más que claro que se volvía a la rutina, y hoy con dolor de corazón, tuve que poner el despertador para hacer algo con mi vida. Ya os podéis imaginar lo dura que ha sido la vuelta a las clases después de una semana sin hacer ni el huevo. Pues bien, tras equivocarnos con el horario (cómo no) y perdernos una clase por la mañana, a las 15:45 estábamos en la Catho preparadas para dos horas de "image et récit" y hora y media posterior, de "français".

Hasta aquí todo bien, bueno, bien bien tampoco, pero normal dentro de la tragedia de la vuelta. Ya sentada en clase de francés, la profesora afónica nos reparte unos folios diciéndonos que no puede hablar y que en las hojas encontraremos todos los ejercicios para el programa del día. Que los hagamos todos en un folio y después se los entreguemos. Mientras ella nos observa desde su mesa. Me paro a leer el enunciado y la mujer nos pone que si tenemos dudas o preguntas, que sean de respuesta cerrada, es decir, de sí o no, para facilitarle la labor porque no puede hablar. ¿Pero qué clase de broma es esta? Así también me gano yo el sueldo. 

Estaba deliberando esto con la Bohemia y poniendo el caso de que algo así nos ocurriera en España, cuando empezó a sonar una alarma y una robótica voz en francés que daba instrucciones. Instrucciones que no entendíamos, pero la alarma que nos estaba dejando sordos traspasaba toda barrera idiomática, algo estaba pasando y nos teníamos que ir de clase YA. Mi profesora también lo tenía claro y agarraba su ordenador portátil como si no hubiera mañana con cara de pánico cuando todos estábamos saliendo al pasillo.

Minutos después, estábamos todos los erasmus desalojados fuera sin entender nada, acompañados de dos profesoras que tampoco se enteraban de mucho. "Algo pasó en la biblioteca", "un incendio en la biblioteca", se iban propagando frases como si del teléfono estropeado se tratase. Las siete de la tarde y un frío francés que en mi vida, yo casi prefería estar dentro al calorcito incendiario. Las profesoras decidieron que esperábamos 15 minutos más y entrábamos otra vez si no pasaba nada, nosotros decidimos que no íbamos a estar muriendo de hipotermia y nos fuimos.

Un incidente que lamento pero que nos libró de una hora más de clase. ¡Qué felicidad! Un mini susto y para casa. Instaladas en nuestro estudio, decidimos bajar un segundo para recoger una cosa en la casa de la familia. Tere iba delante mientras yo cerraba la puerta, cuando veo que baja y sube las escaleras como si estuviera batiendo algún record Guiness. La expresión de su cara era de absoluto pánico y entre dientes me dijo que me agachase. 

Desde lo alto de nuestras escaleras vi una araña del tamaño de una nuez. Miré a Tere, empezamos a gritar al unísono. Entramos corriendo en el estudio con un portazo. Seguimos gritando dentro dando saltos y abrazadas como si el fin del mundo estuviera llamando a la puerta. Haciendo balance de la gravedad del asunto y sabiendo que ninguna iba a tocar eso pero ni con un palo, llamamos a Flora, que estaba con Yusuke cenando. Lo que no entendíamos era como no habían salido a mirar lo que pasaba, porque los alaridos que estábamos dando no eran normales. Les dije que había una araña gigante en la pared y que tenía que hacer algo. Tere prefirió quedarse dentro medio lloriqueando y gritando sola. A mí me daba la risa, y cuando Flora se asomó y vio la araña las dos empezamos a gritar como locas. Se apagó la luz y todos gritamos. ¡Vaya cuadro!

Yusuke dijo que él se encargaba, le di una escoba y bajó las escaleras mientras Flora, Tere y yo nos quedábamos arriba, la araña se movió del sitio y en un parpadeo Tere ya estaba dentro del estudio gritando todavía más. "Que me mueeeero!", "ay por favorrrr"  era lo que se oía de mi compañera de piso desde el otro lado. Flora haciéndole fotos al pobre chico y yo agarrando a Flora para que no se cayera por las escaleras. Tere seguía gritando sola. Diez minutos después, la araña había desaparecido y Yusuke se había dado por vencido.

La cara de Tere cuando volví al estudio era un poema, estaba sentada en una silla como si hubiera visto a la muerte en persona y con la Blackberry en la mano como si fuera un arma de destrucción masiva. Tuve que darle la mala noticia de que no había cadáver de araña, se había ido. "¿Y si está en mi habitación?", me pregunta con voz débil, a mí me hacia muchísima gracia, aunque con sólo pensar en ver la araña otra vez me daba algo. De repente Tere me pregunta si tengo un gorro, le digo que sí, pero para qué lo quiere. Le doy uno y me dice "si tengo que bajar, no quiero que eso me toque la cabeza" y ataviada con un gorro y sin un trozo de piel al descubierto, coge una linterna y se pone un chubasquero por encima, para reforzar. 

Surrealista. ¡Me duele la tripa de reírme!

5 comentarios:

  1. ay! que angustia!!! todo ciertoo!!
    hubiese sido la lecha poder grabar lo que estábamos haciendo! y nuestras caras de pánico!!

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  2. No sabes que a la brasa son como nécoras y muy nutritivas ¡proteina pura!


    Bicos.

    Spiderman

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  3. Me imagino tus gritos...si son como los que das en casa cuando ves los "bichitos de la madera" podrían aparecer hasta los bomberos. Supongo que echarías en falta a tu querido padre, jeje "auxiliador" de bichos varios.

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  4. Faltaba yo para completar el coro de gritos,no las soporto.Bss

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  5. No imagino el día que veáis una rata!!

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