Como se puede ver, hoy no escribo para contar
nada referente al Erasmus (aunque ya tengo novedades… jajaja) sino para
felicitar a una de las personas más importantes de mi vida. Serán los
kilómetros que aumentan mi morriña, pero me da mucha rabia no poder estar con
ella el día de su cumple. A pesar de cumplir hoy la mayoría de edad y de sobrepasar el metro 75, será siempre Sarita.
Un día como hoy, hace 18 años venía al mundo mi
prima pequeña. Un bebé de lo más bochechudo y cabezón (lo que yo recuerdo y de
lo que las fotos dejan constancia) pero tan riquiña que daban ganas de
comérsela a besos. Yo tenía 3 años y ningún hermano, por lo que la llegada de
Sara fue genial. Uña y carne desde siempre, un pack, el hambre y las ganas de
comer, una extensión de mi cuerpo. Y así seguimos las dos, ambas hijas únicas, pero con
el apoyo mutuo de una medio-hermana, por eso le tengo un apego y cariño
especial.
Es bien sabido por todos que la familia no se
escoge, te toca. Yo tengo la suerte de que la mía me encanta, y Sara además de
familia, es mi amiga. Desde que tengo memoria y uso de razón, hemos estado juntas, para lo bueno, lo increíble, lo malo y lo peor. Yo soy la
mayor, pero ahora que ella me saca un par de cabezas la gente cree que soy la
pequeña… Así de rápido pasa el tiempo, sin apenas darme cuenta Sara tiene ya 18
años.
Infinidad de veces nos han preguntado si somos
hermanas porque “somos iguales” (nada más alejado de la realidad, porque no nos
parecemos) y a las dos nos gusta que se vea eso desde fuera.
A pesar de ser
antagónicas, nos complementamos muy bien. Ella es una especie de cactus que da
los dos besos de rigor y por educación, yo soy mucho más cariñosa, sobre todo
con ella, a pesar de que lo odie... El desorden es lo que suele reinar al mi alrededor, sin embargo Sara es todo lo contrario, las cosas fuera de sitio le ponen de los nervios. En el tema de la responsabilidad cada una lo lleva a su manera. A todos nos han dicho alguna vez que podríamos hacer más de lo que hacemos, ella siempre nos acaba sorprendiendo positivamente. Ambas somos bastante independientes y nos gusta tener nuestro espacio y libertad.
Compartimos gustos y aficiones, nos encanta ir de compras, la ropa,
la moda y todo lo que tenga que ver con ella, la música, el cine, viajar y conocer mundo. Desde enanas hemos
dicho que iríamos juntas a Nueva York y que viviríamos una época de nuestra
vida allí. Fantasías aparte, estoy segura de que en algún momento nos tocará
irnos juntas a buscarnos la vida, y yo encantada de que sea con ella.
Es imposible resumir todos los momentos contigo, pero están los mejores. Felicidades Sari, te quiero ;)
Que bonito... Precioso precioso. TE ECHO DE.MENOSSSS
ResponderEliminarHoy he visto la entrada dedicada a Sarita y me ha emocionado leer lo que le has escrito.
ResponderEliminarEspero que algún día podáis ir a New York y todavía mejor si viajáis con la compañía en la que Sarita trabaje de azafata porque estoy segura que lo va a conseguir. Felicidades Sara y a tí también por lo que le has escrito seguro que a ella le ha encantado...aunque no lo diga.
Eso de quererse tanto dos primas y hacer planes juntas para el futuro es hermosísimo.
ResponderEliminarNo tengo palabras....eres única!!! Felicidades por todo...Besos
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