viernes, 28 de agosto de 2015

Qué ver, qué hacer y qué no hacer en Barcelona

Después de que las recomendaciones en mi post sobre "Qué ver, qué hacer y qué no hacer en París" tuviera tan buena acogida (gracias a los que me recomendasteis sitios que no conocía, en especial a Luis :) actualizaré el post con las novedades), me he animado a hacer otro sobre Barcelona, una ciudad que conozco bastante mejor que la capital francesa y que, todo sea dicho, me encanta para vivir. 

Siempre hago distinciones entre "ciudad que me encanta a secas, y "ciudad que me encanta para vivir", por ejemplo me encantó Roma pero no viviría allí ni loca (y eso que la pizza, y la nutella son dos de las cosas que más me gustan en esta vida). Y en este caso, Barcelona -para mí- lo tiene todo: buen ambiente, oferta cultural (exposiciones, ferias, congresos, eventos...), fiesta de todos los tipos y para todos los gustos, parques, un sinfín de tiendas alternativas y centros comerciales, costa, buen clima, un aeropuerto en el que Vueling y Ryanair son los reyes de la pista... es una ciudad en la que se organizan festivales importantes (Sónar, Primavera Sound...), y sede de conciertos de grupos de fama mundial (el que se me ocurre ahora es el de AC/DC el pasado mes de mayo).

Barcelona se ha colado entre las 25 ciudades más visitadas del mundo en el año 2014 y es la primera de España en cuanto a número de turistas que recibe, y es un título que se merece por todo lo que la ciudad ofrece y por lo bonita y rica que es. Lo que también tiene su parte negativa, porque el interés que despierta la ciudad condal se puede traducir como "una aglomeración de guiris" en cada esquina.

Las recomendaciones sobre Barcelona que aquí os cuento son las que me hubiera gustado saber a mí antes de aterrizar en la ciudad, y que escapan un poco del típico recorrido turista que llega con una idea equivocada. Es verdad que hay sitios a los que hay que ir sí o sí, pero hay otros muchos que pasan desapercibidos y merecen una visita.

viernes, 14 de agosto de 2015

Un milagro en equilibro

Este año uno de mis propósitos (esos que hago hacemos y no cumplo cumplimos) fue el de leer una serie de libros que mi madre me recomendó, entre ellos la mayoría Premios Planeta. De momento llevo leído uno (El imperio eres tú, de Javier Moro), porque en el medio de mis propósitos aparecieron otros libros que me cautivaron más, y como estaba visto, los (des)propósitos se quedaron por el camino.

Pero este mes, en el ecuador del año, los he retomado sin proponérmelo de manera inconsciente, y he devorado en pocos días el Premio Planeta del 2004. Bajo el título "Milagro en equilibrio" Lucía Etxebarria me conquistó; desde la dedicatoria a su madre hasta los agradecimientos en las 424 páginas que tiene la novela.

Tengo que aclarar que no tenía a la escritora en un pedestal precisamente, al revés, la consideraba una estúpida redomada que rebajó su Premio Planeta concursando en un reality de Telecinco cuando corría el año 2013. Me tragué alguna que otra entrevista que le hicieron en Salvame Deluxe (post-reality y previo pago) haciéndole compañía a mi abuela o a mi madre, y ahora visto en la distancia no me parece que esa Lucía sea la misma Lucía que escribe en nombre de Eva Agulló.

domingo, 9 de agosto de 2015

Qué ver, qué hacer y qué no hacer en París

Hace unos días mi amiga Leti me escribió un mensaje anunciando que en septiembre iría a París con una amiga, y en el cual me pedía recomendaciones de qué ver en la ciudad un poco fuera de lo común y del circuito turístico.

Yo estuve una semana con mis amigas del Erasmus en noviembre del 2012, en el puente de Todos los Santos, y conocí un París gélido que me enamoró. Tuve la suerte de poder ir a visitar este mes a una de esas amigas que al final cambió Angers por París y allí me planté hace un par de fines de semana.

Otras de mis visitas más fugaces a la capital francesa fue para ir a la embajada española a tramitar mi salvoconducto (precisamente me acompañó mi amiga la que ahora vive en París, mi tocaya Andrea alias "La Bohemia") y la última vez para ponerle fin al Erasmus volando desde el aeropuerto Charles de Gaulle. Pero éstas dos últimas no voy ni a tenerlas en cuenta.

sábado, 8 de agosto de 2015

El "pis urgente"

Últimamente Midi es mi segunda casa. Midi es una de las estaciones de tren que conecta Bruselas con Europa y el resto del mundo. Está situada al sur de la ciudad y el ambiente por esa zona cuando cae el sol no es demasiado recomendable. 

He venido a Midi utilizando diferentes tipos de transporte público, el bus, el tranvía y el metro, y siempre accedo por la misma entrada, una de las principales, en la que hay colocado un "meadero" para hombres. Sí, sí, estos de plástico (o pvc, no sé, no soy experta en materiales) para miccionar de pie que está dividido en cuatro cuadrantes, como los que instalan en los festivales y gracias a los cuales los hombres se pueden librar del hedor que nace de los WC-cabinas que tenemos que usar las mujeres.

A lo que voy, esa entrada por la que accedo al interior de la estación es la única parte de la misma en la que hay WiFi, el que se puede "robar" del Hotel Ibis, porque lo que es dentro de la estación, éste brilla por su ausencia. Con lo cual, como hace todo el mundo en los minutos de espera antes de coger un tren, suelo estar allí de pie plantada con el móvil, bien haciendo scroll en el muro de Facebook o contestando los últimos mensajes de Whatsapp.