El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona acoge una exposición llamada "Big Bang Data" para la cual me regalaron un par de invitaciones, así que decidí pasar mi tarde del viernes con Nerea observando y examinando el complejo mundo de los datos y la información en Internet.
"¿Son los datos el nuevo petróleo, una fuente de riqueza potencialmente infinita? ¿Son la munición que carga las armas de vigilancia masiva? ¿O han de ser, ante todo, una oportunidad, una herramienta para el conocimiento, la prevención, la eficacia y la transparencia, un instrumento para construir una democracia más transparente y participativa? Big Bang Data es un proyecto que se adentra en el fenómeno de la explosión de datos en el que estamos inmersos.
Desde los últimos cinco años existe una amplia conciencia entre los sectores académicos, científicos, las administraciones, la empresa y la cultura, de que generar, procesar y, sobretodo, interpretar datos con las tecnologías que estamos desarrollando puede cambiar radicalmente nuestra sociedad.
Todos generamos datos, desde nuestro dispositivo móvil, a través de los sensores, de las redes sociales, de fotos y vídeos digitales, de registros de transacciones de compra y de las señales del GPS. La novedad es que cada vez es más fácil almacenar y procesar esta cantidad ingente de datos que detectan patrones (de incidencias, de comportamiento, de consumo, de voto, de inversión, etc.). Este hecho está cambiando completa y muy rápidamente la forma de toma de decisiones a todos los niveles."
La conexión entre países a través de gruesos cables de fibra óptica que atraviesan océanos son los responsables de la rapidez a la que se transmite la información, de que nuestros datos viajen kilómetros en segundos y de que podamos hacer una videollamada por Skype desde Barcelona a Pekín.
La verdad es que las cuestiones que planteaba el CCCB eran interesantes, y después de haber visto la exposición me he quedado con preguntas en la cabeza.
Lo que más me ha "impresionado" cuando llegamos fue ser consciente de que eso a lo que llamamos "avance tecnológico" es algo incontrolable, la tecnología va más rápido que nosotros, no nos da tiempo a procesar toda la información, a asimilar que lo que usamos hoy mañana ya no sirve.
Lo que más me ha "impresionado" cuando llegamos fue ser consciente de que eso a lo que llamamos "avance tecnológico" es algo incontrolable, la tecnología va más rápido que nosotros, no nos da tiempo a procesar toda la información, a asimilar que lo que usamos hoy mañana ya no sirve.
En una de las primeras salas colgaban del techo grandes bolas transparentes con dispositivos de almacenamiento en el interior, ordenadas cronológicamente, desde 1950 hasta la actualidad. Desde la primera tarjeta perforada con una capacidad ínfima hasta el USB contemporáneo.
La sensación de ver consecutivos una cinta, un disquet de "tres y medio", un CD y un USB hizo que me sintese mayor de lo que soy, porque no hace tanto que los usábamos. En mi casa todavía conservamos cintas de música (bendito Spotify) y disquets con datos, copias de seguridad, programas...
Está claro que no hace falta ir a una exposición para darse cuenta del avance de la tecnología, ni de que la evolución ha sido una revolución en todos los aspectos de la vida, ya que hemos vivido el cambio de dispositivos grandes y pesados a las mini tarjetas sd o a la famosa "nube".
Sin ir más lejos sin la llegada de internet mi Máster no existiría, y muchas de las profesiones que ahora son las más demandadas nunca habrían nacido.
Volviendo a la exposición, había también una sala dedicada al Smartphone, a los sensores de los que están compuestos y a sus utilidades como localizador GPS. Varias pantallas con mapas llenos de puntos mostraban nuestras ubicaciones en todas partes del mundo.
Evidentemente los países más desarrollados eran los más coloreados, continentes como África se veían más bien blancos o ligeramente sombreados.
Pero como suele pasar, no son todo ventajas y alegría. Las empresas sacan partido de los datos para elaborar patrones de conducta de los consumidores y aprovechan para vender sus productos y/o servicios. Las redes sociales son una buena fuente de información en las que de manera totalmente voluntaria aportamos datos como el nombre, la edad, el sitio en el que vivimos o dónde estudiamos/trabajamos.
Tenemos que ser cautos a la hora de regalar información tan valiosa, que como dice la frase: la información es poder.
Y para finalizar, si podéis acercaros hasta el CCCB os lo recomiendo, Big Bang Data se ha prorrogado hasta el 16 de noviembre.
Sin ir más lejos sin la llegada de internet mi Máster no existiría, y muchas de las profesiones que ahora son las más demandadas nunca habrían nacido.
Volviendo a la exposición, había también una sala dedicada al Smartphone, a los sensores de los que están compuestos y a sus utilidades como localizador GPS. Varias pantallas con mapas llenos de puntos mostraban nuestras ubicaciones en todas partes del mundo.
Evidentemente los países más desarrollados eran los más coloreados, continentes como África se veían más bien blancos o ligeramente sombreados.
Pero como suele pasar, no son todo ventajas y alegría. Las empresas sacan partido de los datos para elaborar patrones de conducta de los consumidores y aprovechan para vender sus productos y/o servicios. Las redes sociales son una buena fuente de información en las que de manera totalmente voluntaria aportamos datos como el nombre, la edad, el sitio en el que vivimos o dónde estudiamos/trabajamos.
Tenemos que ser cautos a la hora de regalar información tan valiosa, que como dice la frase: la información es poder.
Y para finalizar, si podéis acercaros hasta el CCCB os lo recomiendo, Big Bang Data se ha prorrogado hasta el 16 de noviembre.
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