jueves, 11 de diciembre de 2014

Postureo Barcelona Vol II. - Cutty Sark

Hace unos días, en el post anterior, adelantaba unas pinceladas de la divertida fiesta "Secret Club" del whisky Cutty Sark a la que tuvimos la suerte de asistir en Barcelona. Durante 3 días un local subterráneo del Poblesec volvió al pasado para convertirse en un club de fiestas de los años 20 en las que el contrabando y la clandestinidad eran las protagonistas. 

Valencia, Sevilla y Madrid fueron otras de las ciudades que tuvieron la suerte de disfrutar de las fiestas "Secret Club" al igual que Barcelona y Alicante será una de las próximas. Para conseguir entradas sólo hay que estar pendiente de su fan page de Facebook y de su Twitter y puedes ser uno de los afortunados que reciba la invitación.


Una de las preguntas que hicieron en el Facebook para la fiesta de Barcelona era "si tuviera una funeraria..." y quien contestase podía ganar una invitación para sí y otra para 3 amigos.

Los invitados a la fiesta, o también llamados #cuttybandistas, revivimos durante 4 horas las juergas de entonces de la mano del whisky escocés, y lo mejor, todos caracterizados para la ocasión: las chicas con plumas en la cabeza y collares largos, y los chicos con sombrero y tirantes.

No faltaba ningún detalle: buen ambiente, un dj, actuaciones de bailarinas, photocall, cócteles y chupitos de la mano de Cutty Sark, un local bonito, comida, fotógrafo y mucha gente pasándolo bailando, riendo y, en definitiva, pasándose bien.

Nada más llegar al local, entramos y nuestra sorpresa fue mayúscula al ver un ataúd abierto apoyado en la pared (ahí me acordaba de "si tuviera una funeraria..."). El portero se presentó como Sam, le dijimos la contraseña que nos habían mandado por email y nos permitió el paso. 

Primero atravesamos el ataúd, Sam nos condujo escaleras abajo al escenario de la fiesta en la que podían diferenciarse 3 estancias: la barra con los chicos sirviendo las copas, la zona de baile con el dj y por último, y la más apartada, la de sofás y el piano.

Tras la bienvenida, el regalo del atuendo de los años 20 y la fotito de rigor, nos dirigimos a la barra, en la que teníamos 3 opciones de cóctel para elegir, uno cítrico, uno dulce y otro con vermut.

A mi que no me gusta el whisky (ni el vermut), o no me gustaba hasta el momento, iba un poco reacia a tomar nada, pero al final me aficioné al cóctel cítrico, que de hecho fue el único que se acabó y le cogí el gustillo a Cutty Sark.

Taza en mano, (de lo más cómodo, a ver si cambian los vasos de tubo por las tazas en las discotecas, nos ahorraríamos muchas copas rotas) inspeccionamos la sala y nos aposentamos en una zona de la pista de baile. Empezamos los que llegamos más puntuales; podíamos andar con bastante libertad por el local, pero a medida que avanzaba la noche se iba llenando y se animaba el ambiente.

Las azafatas, vestidas estilo charleston, iban y venían con bandejas de comida y cócteles sirviendo a los invitados, el fotógrafo retrataba a los asistentes y un chico grababa un vídeo de la fiesta.

Sobra decir que nosotros aprovechamos al máximo el tiempo y la experiencia de ser #cuttybandistas. 







¡Larga vida a los "Secret Club" de Cutty Sark!


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