viernes, 8 de febrero de 2013

La historia de mi vida


Hoy me apetece contar que he empezado este miércoles como voluntaria en la Cruz Roja. Estoy participando en un proyecto que empieza este mes, y estoy muy contenta. Se trata de hacer videocurrículums para todo aquel que quiera buscar trabajo con esta herramienta. Supongo que sabéis de qué se trata, pero por si acaso, dejo una breve definición que he encontrado:

“Un videocurrículum es una breve presentación audiovisual, de aproximadamente dos o tres minutos, en la que el propio candidato que busca empleo presenta su perfil profesional y da a conocer sus principales argumentos para ser contratado. Complementa al currículum escrito y permite a la empresa hacerse una idea rápida de las habilidades de los candidatos previamente preseleccionados.”

Hay algunos circulando por internet que tuvieron mucho éxito, pero el abanico de posibilidades es muy amplio. Va desde el típico de plano fijo con el protagonista sentado y hablándole directamente a la cámara, hasta auténticas obras de arte creativamente hablando.

Estuve la mañana del miércoles reunida con 3 chicas muy majas, y en una sala de juntas estuvimos organizando un poco cómo iban a ser los pasos a seguir hasta llegar a la realización del videocurrículum. La gente que va a participar es muy variada, al igual que las edades, no hay un intervalo acotado, ni la formación de cada uno, ni la situación, ni nada. Después de un brainstorming llegamos a la conclusión que antes de pensar en la creatividad, se debe tener claro qué es lo que se quiere transmitir a través del videocurrículum, y cómo.

A veces el cómo se ve cada uno y cómo te ve el resto difiere bastante, por lo que antes de nada hay que tener claro esto. Pensar en algo con lo que posicionarte, o diferenciarte. Hoy en día la saturación en el mercado laboral es muy alta, por lo que hace falta ese nosequé que consiga captar la atención del receptor. Todo importa: tu familia, tus gustos y aficiones, tu formación, tu experiencia laboral, tus logros, tus aspiraciones… y también las decepciones, las pérdidas y los fracasos. Algo que sale mal puede llevarnos indirectamente a una oportunidad; no hay que pasar esto por alto.

Como las personas que participarán en el proyecto son muy diferentes entre sí, y queremos que toda esa información quede recogida por escrito, pensamos en proponerle hacer esto a modo de cuento; con la misma estructura, en la que el inicio será la presentación de cada uno, el nudo/problema la situación actual, y el desenlace el futuro o meta a conseguir. De modo que cada uno pueda expresarse como quiera y con total libertad. Todos los cuentos que recojamos serán analizados posteriormente en común y a partir de la información extraída se pensará en una idea única para cada uno.

Yo nunca me había parado a pensar en todo esto, y la verdad es que ahora que tengo el futuro tan incierto, no descarto la posibilidad de hacer yo también un videocurrículum, por lo que tengo que escribir la historia de mi vida, para sacar ese atributo que me diferenciará del resto. Os invito a todos a hacer este tipo de reflexión, nunca está de más pensar en quién eres, por qué eres así, qué quieres, qué te interesa, qué te preocupa y qué quieres llegar a ser. Cómo te ves tú y cómo te ven los demás, tu familia, tus amigos, tus profesores… Es decir, el autoconocimiento. A veces es muy difícil describirse a uno mismo, yo lo voy a intentar para sacar mis propias conclusiones; se aceptan críticas.

El cuento de mi vida empieza el jueves 30 de mayo de 1991 en Santiago de Compostela.

Me llamo Andrea porque mis padrinos eligieron mi nombre, ellos son los mejores amigos de mis padres de toda la vida, y aunque a mi madre no le convenciese (ella quería llamarme Laura o Marina) a día de hoy me llamo Andrea. Este dato igual no es relevante, pero que mis padres le otorgasen el privilegio de elegir el nombre de su hija a sus mejores amigos, dice mucho de los valores que ellos me transmiten: los amigos son la familia que tú eliges, cuídalos.

Soy hija única. Mi padre tiene 6 hermanos y mi madre 3, tengo una familia multitudinaria, pero en mi casa sólo somos 3. A pesar de eso no me considero la típica hija única caprichosa y consentida, porque mis padres son personas trabajadoras que supieron enseñarme el valor de las cosas, el esfuerzo y el sacrificio para conseguirlas.

Tengo 21 años, he vivido 18 en Santiago, 2 en Pontevedra, 1 en Tarragona y 4 meses en Francia. Estudié el bachillerato de ciencias sociales porque se me dan fatal los números, estoy tan acostumbrada a usar la calculadora que se me ha olvidado cómo se divide, y no hablemos ya de las raíces cuadradas. El orden en una serie lo marcan los números, estamos rodeados de ellos, números de teléfonos, los del dni, el del localizador del billete de avión, el código pin, el de la tarjeta de crédito, números, números y más números… y como soy tan negada con ellos, esto trasladado a mi vida se traduce en el absoluto desorden: soy una persona extremadamente desordenada con mis cosas, pero a la vez muy organizada a la hora de planear mi vida.

Me agobia la falta de tiempo, y trabajo mejor bajo la presión del último minuto. No es que sea vaga, pero me da pereza empezar las cosas, una vez que estoy metida en el asunto no hay quien me saque. No puedo con las injusticias, me molesta que me interrumpan, pero soy consciente de que yo también lo hago. Me gusta dormir, pero prefiero la sensación de haber aprovechado la mañana por haber madrugado. Puedo parecer una persona fría, pero yo no me lo considero, igual la primera impresión es de una persona distante y borde, soy reservada en un primer momento. No le doy el privilegio de conocerme a todo el mundo, y si no tengo interés en alguien, se nota.

Me gusta la publicidad, la creatividad, el diseño gráfico, la moda, el cine, la lectura, viajar, el chocolate, la música y que me quieran mucho. Creo que soy cariñosa con la gente que me importa, o al menos eso intento. No me gusta estar de brazos cruzados ni la ausencia de planes en un futuro a corto plazo. Me considero trabajadora y responsable, aunque soy un poco desastre para algunas cosas. Creo que soy una persona sociable y tolerante. Me gusta estar rodeada de gente pero también necesito ese momento de encerramiento en mis propios pensamientos, aunque me aterra enormemente la soledad.

Soy muy impaciente, demasiado. Lo quiero todo ya y ahora, en todos los sentidos. Odio cocinar, y creo que es por la falta de paciencia, las comidas elaboradas requieren su tiempo. Me flojea la fuerza de voluntad y me muerdo las uñas desde que tengo memoria, aunque va por épocas. Soy positiva y me gusta tomarme las cosas con filosofía, pero por las mañanas no hay quien me aguante, tengo carácter y no tengo problema en sacarlo. No me gusta que no me tomen en serio.

Me gusta trabajar en grupo, lo veo mucho más satisfactorio y eficaz que el trabajo individual (normalmente). Soy un poco mandona en este sentido. Yo me consideraba perfeccionista hasta que muchas de las opiniones hacia mí en ese sentido fueron de “trapalleira”. Soy quejica y puntillosa, odio las faltas de ortografía y la impuntualidad. Cotilla, o mejor dicho, curiosa. Me aterran las agujas y me mareo si veo sangre, si es mía todavía peor que si es de alguien ajeno.

Me gustaría trabajar en una agencia de publicidad, y ya por seguir soñando, en el departamento creativo. Pero no soy reacia a ningún otro trabajo o profesión, si tienen algo que ver con comunicación, y sino pues todo es pensárselo. El mundo empresarial tampoco me disgusta, y hasta 2º de bachillerato siempre quise estudiar derecho. Hoy por hoy no me arrepiento de haber cambiado de opinión en el último momento.

No llevo las críticas demasiado bien, pero lo intento. Puedo ser muy borde y contestar muy mal, aunque me arrepiento al segundo, pero soy impulsiva y a veces no me controlo como debiera. Creo que soy empática, pero a la vez un poco egoísta para algunas cosas. Para ciertos asuntos hay que decirme las cosas 20 veces, puedo llegar a ser muy pesada, soy consciente, pero también muy despegada.

Siempre he sido muy independiente, o eso creo yo, desde que era enana. No soy una niña de papá y mamá en ese sentido, pero cuando paso temporadas fuera soy la primera en echar de menos mi casa. Me encanta Galicia, me considero mucho más gallega que española, y muy orgullosa de tener una cultura propia y diferenciada del resto.

Huyo un poco de los problemas, no por cobardía, pero no me gusta el mal rollo, ni enfadarme, ni estar enfadado con alguien que me importa, perdono siempre, pero no olvido, yo no lo llamo rencor, pero quizás sí. Odio sentir envidia, creo que es de los peores sentimientos que se pueden experimentar. Me gusta la playa, el mar y el sol, que te carga las pilas a tope. Pero no me disgusta la lluvia, siempre que esté a cubierto. No podría vivir demasiado lejos del mar.

Escapo de la rutina y de la monotonía, soy inquieta y poco casera. Me gusta el estilo de vida español pero no descarto irme a trabajar a otro país por una temporada. Las nuevas experiencias siempre son bienvenidas. Tengo miedo de cosas absurdas y no tan absurdas. Siento que muchas cosas me vienen grandes, pero si no se intenta nunca se puede saber si van a ir bien. No me gusta que me metan prisa ni que me presionen, pero a veces es la única manera de que espabile.

No me gusta que me vean llorar, pero se me escapan más lágrimas de las que me gustaría, soy una blandita de la vida para cosas tontas, pero luego, cuando la tristeza es lo único que tengo dentro, ni una lágrima. Tampoco acierto mucho con las palabras alentadoras, pero me gusta decir las cosas como son, y si las digo, es porque las pienso.

No soy supersticiosa, sí que creo un poco en el destino y en las casualidades, pero no en la suerte, cada uno tiene que buscarse la suya. No sé muy bien cómo ponerle un final a esto, pero creo que es hora de que saque mis propias conclusiones.

2 comentarios:

  1. Eres alguien muy especial y eso es lo más importante. Lograrás todo lo que te propongas porque tienes sentido de la responsabilidad, inteligencia, valores y estás sobradamente preparada. Además alegre y positiva. Me encantará que volvamos a leer este blog y una entrada del mío llamada semana santa, dentro de 10 años y ver que cuando echemos la vista atrás no estaba para nada equivocada sobre tu futuro. Un besazo mi niña. Te quiero muchísimo

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  2. Lo de pensar en mi autodefinición lo dejo para otro día... pero voilà mi aportación a ti misma:
    Andrea son dos ojos grandes casi siempre con rímel. Andrea es un montón de carácter que se compensa con un montón mucho más enorme de cariño. Andrea es reírte hasta que te duela la tripa de cualquier gilipollez, y Andrea es emoción compartida y lagrimillas de vez en cuando. Andrea es chocolate y nutella, té de canela del Mercadona y Cola Cao. Andrea son unas ganas colosales de comerse el mundo, de viajar y de vivir cada día al máximo. Andrea es interés enorme por lo que le interesa, y preocupación por quienes le preocupan. Andrea es un oído atento hacia las historias de los demás, y una fuente de historias y cosas que contar. Andrea es amiga de sus amigos y se preocupa por ellos como pocas personas saben hacer. Andrea es gallega, sin duda, pero con una amplitud de miras que da la vuelta al mundo un par de veces. Andrea son detalles y Andrea es ese impulso irrefrenable que hace que te acabes comprando el vestido número 46 de la lista. Andrea es familia, Andrea es Andrea pero también tiene algo de Elena. Andrea es un poco gafapasta pero también un poco divina ;) Andrea es un abrazo enorme y un montón de planes por hacer. Andrea es una A enorme que encabeza mi lista de Amigos.

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