Este post fue una publicación que hice en mi perfil de Facebook el pasado 24 de octubre, y que para mi sorpresa, fue compartida y comentada por bastante gente, que a pesar de no conocer, se sentían identificados con mi situación e intercambiaron conmigo sus impresiones; la magia de las redes sociales.
Para que no se quede perdida en mi timeline, he decidido copiarla también aquí. Solamente puntualizar que hicimos la reclamación en la inmobiliaria y estamos pendientes de la resolución por su parte para continuar con el proceso en Consumo.
"Me llamo Andrea, ahora mismo no tengo trabajo y estuve buscando piso en el centro de Barcelona con Eva y Martin durante dos meses. Lo que me quitaba el sueño hasta hace dos días, que nos entregaron las llaves del piso, era esto último; y eso que las cifras del paro juvenil no son muy alentadoras. Además de agobiada estoy muy enfadada por el ABUSO que sufrimos los jóvenes a la hora de alquilar un piso en la ciudad condal y la impotencia que esto nos está generando.
Partimos de la base de que somos personas jóvenes que tenemos la gran suerte de contar con el apoyo económico de nuestros respectivos padres como avales para el alquiler. Sino ya es que directamente, con los contratos de mierda que tenemos, viviríamos debajo de un puente.
¿Qué es lo que nos encontramos? Condiciones abusivas (cuatro meses de fianza, alquiler mínimo de cinco años con penalización por incumplimiento), cláusulas encubiertas en contratos enrevesados, inquilinos que pagan lo que compete al propietario… en una ciudad en la que NO HAY pisos decentes, y los pocos que hay vuelan a escasos minutos de ponerlos en alquiler a pesar de su precio desorbitado.
La guerra sangrante de los pisos en la que compites por ser “el elegido” demostrando tu solvencia, tu buena imagen, tu educada verborrea, tu brillante currículum y tu exitosa carrera profesional. Tú y los otros quince interesados en el puto de mira para ver quién es el que vale. ¿Quién da más? Peor que una entrevista de trabajo… ¡Empiezan los juegos del hambre!.
Cualquiera que se haya mudado a Barcelona sabrá de lo que hablo… nosotros no es la primera vez que alquilamos un piso en la ciudad, pero es la historia del triángulo amoroso que más quebraderos de cabeza nos ha dado (dueño-inmobiliaria-inquilino, súper romántico), que suele acabar en tragedia y que normalmente empieza así:
“1.100€. Piso reformado muy luminoso de 3 habitaciones y un baño completo en pleno centro de Barcelona, finca regia (esto les encanta ponerlo) y orientación sur. Sin amueblar.”
Traducción:
Las 3 habitaciones suelen ser una y media; me explico, una habitación de verdad, un zulillo sin ventana en el que podría caber una cama de canto, y directamente un vestidor, o como me gusta llamarlo a mí, el hueco de la despensa. ¿Finca regia? Edificio viejuno, oscuro, sin ascensor de escaleras estrechas y escalones altísimos. ¿Reformado? Pintado todo de blanco y gracias, puertas incluidas, a brocha gorda, sí señor.
¿Condiciones?
2 meses de fianza
El mes corriente
Un mes de honorarios de agencia (+10%) + IVA + ITP (impuesto de transmisiones patrimoniales)
¿Desembolso inicial? 4.700€, así a tocateja. ¿Y el que se quiere alquilar un apartamento para él solo? Espera que pido un préstamo y vendo un riñón, que dicen que se puede vivir con uno solo…
Por otro lado está la opción de alquilar una habitación suelta en un piso compartido, que tampoco es que sea mucho más fácil… Yo he visto “habitaciones amuebladas” (sin ventana) en pisos de 60m2 a base de poner una cama elevada con perchas colgadas del somier a modo de armario, debajo un tablón retráctil como escritorio y una silla.
Cuando llegas a ese punto una ya no se sorprende por nada salvo por la facilidad que tiene el dueño de explotar espacios tan reducidos y convertirlos en “habitables” invirtiendo 100 euros en IKEA y alquilando a 450€/mes gastos incluidos, eso si eres español y un muerto de hambre, si eres sueco y te veo pudiente, son 490€.
Después de cien anuncios como el ejemplo anterior, de visitar cuarenta inmobiliarias de la zona, de especializarte en encontrar antes que nadie los anuncios nuevos de los portales inmobiliarios y de ver todo tipo de “pisos”, empiezan a pasar los días y sigues sin techo; de prestado en casa de un colega y con una maleta con la ropa contada.
Mis amigos y yo, que somos de Galicia y nos mudamos desde Santiago, estuvimos meses en el limbo hasta el punto de tener 2.000€ en el aire invertidos en reservas de dos pisos diferentes. ¿Desesperados? Nooooo… ¡qué va! Además del dinero que implica el no tener donde caerte muerto mientras esperas encontrar ALGO.
El primero, ingresamos el dinero para bloquear la reserva un viernes, el precio era de 950€ con muebles y electrodomésticos, estupendo, apretón de manos y para vosotros (lo que implica un acuerdo verbal que tiene la misma validez que un contrato escrito, contemplado así en la Ley). Enviamos a la inmobiliaria la documentación que suelen pedir, las últimas nóminas, contratos y DNI’s de los avales, los nuestros y el resguardo del pago. El martes siguiente llama la inmobiliaria y que la dueña se había “equivocado”, que el piso es sin muebles y sin electrodomésticos, y que son 970€ en lugar de los 950€ del principio. Dos días más tarde, el jueves, que fuimos a ver el piso con la inmobiliaria y la dueña, que si lo queremos son 1.200€ (esta vez con muebles), pero que mira, mejor no nos lo alquila a nosotros, que sale perdiendo.
Después de haber pagado una “reserva”, haber empezado la mudanza y habernos mandado nuestras cosas desde la otra punta del país a la dirección del supuesto piso, la señora cambia las condiciones hasta en tres ocasiones, haciéndonos perder 6 preciosos días para buscar otra opción y con nuestras cosas de camino en un camión de mudanzas desde Galicia. La inmobiliaria Fincas Gp impasible, que encima de que se llevan de comisión más de lo que cuesta una mensualidad del alquiler, no hacen NADA.
Ni siquiera una disculpa por todos los perjuicios que nos ha ocasionado el tener “reservado” un piso para nada durante una semana entera. Tiempo que perdimos y semana en la que tuvimos que costearnos el alojamiento (llega un punto que seguir tirando de los amigos es demasiado).
¿Qué ha pasado? ¿Que ha visto los ingresos de nuestros avales y sabe que “podríamos” pagar más? Por poder… ¿Qué sabe que estamos desesperados y se aprovecha de nuestra situación para subir el alquiler previamente pactado? (y el anunciado en la web de idealista donde lo vimos).
Viva la informalidad, tanto de dueños como de muchas inmobiliarias, que lo único que hacen es sacar tajada y fomentar que se aprovechen de gente como nosotros. Así que en cuanto podamos iremos a la oficina de consumo a presentar una reclamación contra la inmobiliaria y de paso denunciar a la dueña, porque si nadie hace nada al final el problema será para los siguientes y así sucesivamente.
Pero no acaba ahí la cosa; mientras no sabíamos nada de nuestro dinero del piso de Fincas GP (porque tú lo tienes que ingresar inmediatamente, pero ellos pueden pasar días sin decirte nada de cuándo te lo devuelven) pagamos mil euros de reserva a otra inmobiliaria para alquilar un piso de tres habitaciones sin muebles antes de que nos lo quitaran de las manos.
Pero el pago de esta reserva NO implica que vayan a reservarlo para nosotros, NO nos garantiza que vaya a ser EL piso, sino que, después de pagar, mandar toda la documentación y un email describiendo nuestros perfiles, el dueño elegirá de entre todos los candidatos (que no sabemos cuántos son) a los que él considere merecedores de vivir en su propiedad. ALUCINANTE.
Después de ingresar 1.000€ redacté un email kilométrico explicando nuestros perfiles y vendiéndonos de la mejor manera posible. Formación, situación laboral, situación económica (respaldada por los adjuntos de nuestros contratos, últimas nóminas y matrículas de Máster) y detallar a qué se dedican nuestros avales (sus contratos de trabajo y/o nombramientos oficiales). Datos que además, si no somos “los elegidos”, se los habremos proporcionado sin posibilidad de vueltas atrás.
Y espérate, que voy dejando por ahí señales de MIL euros a cada inmobiliaria, porque sino el próximo que vaya a verlo dará 1.100, solo por tener una opción de que valoren su potencial como “inquilino del año”. Ya no hablemos como tus avales no sean “fuertes”… porque estás directamente fuera, a la final solo llegan los hijos de funcionarios, palabrita.
¿Algo más? ¿Un reconocimiento médico? Y eso los que no te piden los movimientos de los últimos TRES MESES de tu cuenta bancaria… ¿pero esto qué es?. Precios prohibitivos, contratos de alquiler que te atan como si de una hipoteca se tratase, pisos viejos, en malas condiciones y precios exagerados. ¿Hasta dónde vamos a llegar? ¿Hasta cuándo esta desprotección? Si ya de por sí no tenemos la cosas fáciles vamos a complicárselas un poco más.
No sé qué sentirá un participante de "Tú si que vales" (por decir un ejemplo) cuando le dicen la sonada frase, pero debe ser muy parecida a la sensación que tuvimos nosotros cuando la inmobiliaria nos dijo que el piso era nuestro. Ya tener las llaves en el bolsillo fue comparable a ganar el mejor de los premios, eso sí, los que lo pagamos fuimos nosotros…"
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