En menos de una semana me voy a Frankfurt con una amiga y se repite la peor parte de viajar... la maleta. Ese tetris al que hay que enfrentarse pensando un poco y que siempre dejamos para el final. ¿Cinco días de viaje low cost en una maleta de mano con ropa de invierno? Se puede.
Terminé el 2015 con más de 30 vuelos a mis espaldas, unos cuantos trenes, autobuses, blablacar(s) y muuuuuchas horas muertas de espera. Esto ha conllevado a que haya tenido que hacer y deshacer maletas muchas más veces de las que me hubiese gustado. He aprendido a optimizar espacio y tiempo; ¿cómo? Siguiendo la máxima ("her motto") de mi amiga Sara: "menos es más".
Terminé el 2015 con más de 30 vuelos a mis espaldas, unos cuantos trenes, autobuses, blablacar(s) y muuuuuchas horas muertas de espera. Esto ha conllevado a que haya tenido que hacer y deshacer maletas muchas más veces de las que me hubiese gustado. He aprendido a optimizar espacio y tiempo; ¿cómo? Siguiendo la máxima ("her motto") de mi amiga Sara: "menos es más".
Hago referencia a "la maleta Ryanair" porque ésta es la compañía que más problemas ponía a la hora de embarcar con un bulto de mano, aunque es verdad que desde hace no mucho se han humanizado y hasta permiten llevar otro extra (bolso de mano, mochila, el portátil...); pero no por eso dejamos de llenarla hasta arriba ni hemos dejado de sentarnos encima para que cierre. Es una simple regla de 3, cuanto más espacio tenemos, más llenamos de cosas inútiles nuestro equipaje.
He ido perfeccionando la técnica y ahora hago maletas como churros, con todo lo necesario para muchos "por si acasos" y supuestos inesperados, a base de haberla hecho mal otras tantas. Estos son mis consejos para un viaje de entre 7-10 días con una maleta de cabina.
1. Colores neutros: hacerte un "calendario mental" de los modelitos según el número de días y mezclar a base de negro, gris, blanco, caqui y beige suele ser lo más fácil para poder llevar el mayor número de cosas combinables entre sí. La nota de color para los fulares, collares, bufandas, gorros o guantes o incluso para el abrigo. Yo lo tengo fácil porque me encanta vestirme de negro, a veces me paso con los "total look black" pero es que color más cómodo, elegante y discreto no existe. No sé de quién es la frase "dejaré de vestir de negro cuando inventen un color más oscuro" pero AMÉN.
Lo más fácil y cómodo para hacer turismo, para mí tanto en verano e invierno, son los leggins, vestidos flojos/faldas para poner con medias según el frío que haga (invierno), botines/botas + calcetines, o vaqueros/pantalón negro, que van con todo, e ir combinando con blusas, camisas, jerseys y chaquetas.
2. Capas, como en el Photoshop: lo importante es llevar un poco de todo (camisetas de manga corta, camisas, jerseys finos, sudaderas, una prenda de abrigo un poco más gruesa, leggins, vaqueros, vestidos, medias, calcetines, sobrecamisas...) e ir poniéndote más/menos cosas encima según el día que haga. *Obviamente si te vas a Finlandia, por ejemplo, esto no sirve, tendrás que llevarte ropa de abrigo como para no morir congelado, pero lo de las capas sigue siendo vital.
Una sobrecamisa con un vestido de punto para ir abrigada, unos vaqueros con una camiseta, jersey finito y sudadera de las que tienen cremallera y por encima el abrigo de turno.
3. Chaqueta/cazadora/abrigo con bolsillos a poder ser grandes: a mí me salvaban de facturar cuando Ryanair te obligaba a meter el bolso dentro de la maleta; repartía las cosas por los bolsillos y me ahorraba el sudar la gota gorda en la puerta de embarque. Cartera, pasaporte, móvil, gafas de sol, barra de cacao... hasta el ebook cabe en mi abrigo de viajes. Además es útil cuando vas de turismo para no ir cargando con una mochila excesivamente pesada, puedes repartir mejor el peso y es más cómodo.
4. Hacer uso de los amenities que te llevas agenciando desde que pisaste un hotel por primera vez, o reciclar los botes: en mi casa tenemos un estante de uno de los muebles del baño lleno de los botecitos que nos traemos cada vez que vamos de viaje, además de aquellos de muestra de algunos productos o los que se acaban y conservamos el envase con el fin de rellenarlos. También son útiles para llevar al gimnasio, que cuando veo a chicas con el bote entero de TRESemmé de 800 ml en el vestuario alucino.
En fin, el tema, yo me llevo champú y gel suficiente para al menos los primeros días, que no sabes si tendrás tiempo o encontrarás dónde comprar. Una vez ubicado ya compras lo que te haga falta y tiras los botes que traías de casa.
5. Aprende a apreciar la versión "mini" de las cosas: está claro que no es lo mismo el secador de casa de 1200w que el pequeñito de viaje, pero si quieres que en tu maleta quepa todo lo que necesitas, tendrás que llevarte la versión "mini". Esto aplica más a chicas; las habrá con pelo corto o muy fino que no les haga falta ni llevárselo, pero las que tienen mucho pelo y una melena larga como la mía no podrán pasar sin él si no quieren pillar una pulmonía. En mi caso yo sacrifico las planchas del pelo y tiro de trenzas y pelo "al natural" estilo león durante los días que dure el viaje... Si vas a un hotel donde lo hay, perfecto, no hay ni que preocuparse (entonces te llevas las planchas y obvias el secador).
6. Chanclas: Siempre, en su versión más ligera, de las que regalan con las revistas de moda en verano o de las que te pillas en los chinos en un apuro en Mallorca. Además de no pesar nada y ocupar poco no da mucha pena dejarlas tiradas si necesitas más espacio en la maleta.
También te hacen de "zapatillas de casa" ya que en la intimidad y privacidad de tu alojamiento puedes permitirte el lujo de ponértelas con calcetines incluidos para no pasar frío. Depende de dónde te estés quedando durante tu viaje también serán indispensables si no quieres coger todo tipo de enfermedades en una ducha compartida de un hostel mugriento en el centro de Londres.
Yo últimamente me llevo chanclas y las zapatillas que dan en los hoteles, de estas blancas y finitas "de usar y tirar".
7. Un solo bolso/mochila: que vaya con todo, que sea medianamente grande (tampoco es otra maleta, que luego tendremos problemas para embarcar si es que volvemos en avión), pero sí lo suficiente como para llevar lo indispensable. Yo personalmente me llevo aquel bolso negro en el que sé que me cabe la réflex para cuando me canso de llevarla al cuello o quiero esconder mi condición de "guiri".
8. Calzado cómodo y versátil: ahora que está de moda combinar los sneakers con cualquier tipo de outfit, estamos de enhorabuena. Sino un par de botines negros todoterreno que van con (casi todo).
9. Almohada: esto puede parecer más prescindible de lo que es, para mí al principio lo era, y tiraba de fulares o un buen jersey para improvisar una almohada, pero a veces tenía que elegir entre pasar frío o dormir medianamente cómoda, y con frío es prácticamente imposible conciliar el sueño... Además muchas veces se pasan con el aire acondicionado en el avión, en el tren o incluso en el aeropuerto y tu almohada improvisada desaparece; sin hablar de cuando pasas muchas horas tirada en cualquier estación en el suelo o asientos rígidos con reposabrazos que no se pueden levantar, tu cuello y espalda te lo agradecerán. Si eres como yo, de los que pueden dormir en cualquier parte, nunca te olvidarás de tu almohada.
Y ya como consejos prácticos:
1. Descárgate los mapas de las ciudades que vayas a visitar para ver offline a través de la app de Google Maps.
2. Hacer una captura de pantalla/descárgate/hazle una foto al plano del metro o al horario del bus.
3. Pasar el control de seguridad del aeropuerto con la botella de agua vacía para llenarla del otro lado y ahorrarte los 3 euros de rigor que puedes invertir en otra cosa más cundiente.
4. Lleva siempre encima el carnet de la universidad, si no tiene fecha de caducidad todavía podrás sacarle partido... si cuela, coló.
5. Deja siempre la documentación a buen recaudo en la maleta.
6. Cuando vayas a tomar algo o a comer, pide lo que pide la gente local, o pregúntale al camarero; hay cosas que hay probarlas en el sitio en cuestión.
7. Ahora que estamos acostumbrados a llevarlo todo el móvil, nunca está de más tener una mini libreta y un boli, el móvil siempre puede quedarse sin batería.
8. No te olvides de un buen libro para horas muertas.
9. Actúa como la gente que vive allí, ellos son los que más saben de sus ciudad y de cómo sacarle partido.
10. No te quejes de sus costumbres/cultura, si llevan miles de años viviendo así no van a cambiar porque a ti te parezcan mal. Si hay que regatear, se regatea, si te tienes que tapar para entrar en una iglesia/mezquita, te tapas, si no puedes hacer fotos en el museo, no las haces, que el vino lo beben caliente, pues mala suerte... este tipo de cosas que en realidad no cuesta nada hacerlas y son tonterías.
1. Colores neutros: hacerte un "calendario mental" de los modelitos según el número de días y mezclar a base de negro, gris, blanco, caqui y beige suele ser lo más fácil para poder llevar el mayor número de cosas combinables entre sí. La nota de color para los fulares, collares, bufandas, gorros o guantes o incluso para el abrigo. Yo lo tengo fácil porque me encanta vestirme de negro, a veces me paso con los "total look black" pero es que color más cómodo, elegante y discreto no existe. No sé de quién es la frase "dejaré de vestir de negro cuando inventen un color más oscuro" pero AMÉN.
Lo más fácil y cómodo para hacer turismo, para mí tanto en verano e invierno, son los leggins, vestidos flojos/faldas para poner con medias según el frío que haga (invierno), botines/botas + calcetines, o vaqueros/pantalón negro, que van con todo, e ir combinando con blusas, camisas, jerseys y chaquetas.
2. Capas, como en el Photoshop: lo importante es llevar un poco de todo (camisetas de manga corta, camisas, jerseys finos, sudaderas, una prenda de abrigo un poco más gruesa, leggins, vaqueros, vestidos, medias, calcetines, sobrecamisas...) e ir poniéndote más/menos cosas encima según el día que haga. *Obviamente si te vas a Finlandia, por ejemplo, esto no sirve, tendrás que llevarte ropa de abrigo como para no morir congelado, pero lo de las capas sigue siendo vital.
Una sobrecamisa con un vestido de punto para ir abrigada, unos vaqueros con una camiseta, jersey finito y sudadera de las que tienen cremallera y por encima el abrigo de turno.
3. Chaqueta/cazadora/abrigo con bolsillos a poder ser grandes: a mí me salvaban de facturar cuando Ryanair te obligaba a meter el bolso dentro de la maleta; repartía las cosas por los bolsillos y me ahorraba el sudar la gota gorda en la puerta de embarque. Cartera, pasaporte, móvil, gafas de sol, barra de cacao... hasta el ebook cabe en mi abrigo de viajes. Además es útil cuando vas de turismo para no ir cargando con una mochila excesivamente pesada, puedes repartir mejor el peso y es más cómodo.
4. Hacer uso de los amenities que te llevas agenciando desde que pisaste un hotel por primera vez, o reciclar los botes: en mi casa tenemos un estante de uno de los muebles del baño lleno de los botecitos que nos traemos cada vez que vamos de viaje, además de aquellos de muestra de algunos productos o los que se acaban y conservamos el envase con el fin de rellenarlos. También son útiles para llevar al gimnasio, que cuando veo a chicas con el bote entero de TRESemmé de 800 ml en el vestuario alucino.
Capas, maxibolsillos, bolso grande, colores neutros. París 2015 |
En fin, el tema, yo me llevo champú y gel suficiente para al menos los primeros días, que no sabes si tendrás tiempo o encontrarás dónde comprar. Una vez ubicado ya compras lo que te haga falta y tiras los botes que traías de casa.
5. Aprende a apreciar la versión "mini" de las cosas: está claro que no es lo mismo el secador de casa de 1200w que el pequeñito de viaje, pero si quieres que en tu maleta quepa todo lo que necesitas, tendrás que llevarte la versión "mini". Esto aplica más a chicas; las habrá con pelo corto o muy fino que no les haga falta ni llevárselo, pero las que tienen mucho pelo y una melena larga como la mía no podrán pasar sin él si no quieren pillar una pulmonía. En mi caso yo sacrifico las planchas del pelo y tiro de trenzas y pelo "al natural" estilo león durante los días que dure el viaje... Si vas a un hotel donde lo hay, perfecto, no hay ni que preocuparse (entonces te llevas las planchas y obvias el secador).
6. Chanclas: Siempre, en su versión más ligera, de las que regalan con las revistas de moda en verano o de las que te pillas en los chinos en un apuro en Mallorca. Además de no pesar nada y ocupar poco no da mucha pena dejarlas tiradas si necesitas más espacio en la maleta.
También te hacen de "zapatillas de casa" ya que en la intimidad y privacidad de tu alojamiento puedes permitirte el lujo de ponértelas con calcetines incluidos para no pasar frío. Depende de dónde te estés quedando durante tu viaje también serán indispensables si no quieres coger todo tipo de enfermedades en una ducha compartida de un hostel mugriento en el centro de Londres.
Yo últimamente me llevo chanclas y las zapatillas que dan en los hoteles, de estas blancas y finitas "de usar y tirar".
7. Un solo bolso/mochila: que vaya con todo, que sea medianamente grande (tampoco es otra maleta, que luego tendremos problemas para embarcar si es que volvemos en avión), pero sí lo suficiente como para llevar lo indispensable. Yo personalmente me llevo aquel bolso negro en el que sé que me cabe la réflex para cuando me canso de llevarla al cuello o quiero esconder mi condición de "guiri".
8. Calzado cómodo y versátil: ahora que está de moda combinar los sneakers con cualquier tipo de outfit, estamos de enhorabuena. Sino un par de botines negros todoterreno que van con (casi todo).
9. Almohada: esto puede parecer más prescindible de lo que es, para mí al principio lo era, y tiraba de fulares o un buen jersey para improvisar una almohada, pero a veces tenía que elegir entre pasar frío o dormir medianamente cómoda, y con frío es prácticamente imposible conciliar el sueño... Además muchas veces se pasan con el aire acondicionado en el avión, en el tren o incluso en el aeropuerto y tu almohada improvisada desaparece; sin hablar de cuando pasas muchas horas tirada en cualquier estación en el suelo o asientos rígidos con reposabrazos que no se pueden levantar, tu cuello y espalda te lo agradecerán. Si eres como yo, de los que pueden dormir en cualquier parte, nunca te olvidarás de tu almohada.
Y ya como consejos prácticos:
Bruselas |
1. Descárgate los mapas de las ciudades que vayas a visitar para ver offline a través de la app de Google Maps.
2. Hacer una captura de pantalla/descárgate/hazle una foto al plano del metro o al horario del bus.
3. Pasar el control de seguridad del aeropuerto con la botella de agua vacía para llenarla del otro lado y ahorrarte los 3 euros de rigor que puedes invertir en otra cosa más cundiente.
4. Lleva siempre encima el carnet de la universidad, si no tiene fecha de caducidad todavía podrás sacarle partido... si cuela, coló.
5. Deja siempre la documentación a buen recaudo en la maleta.
Viena |
7. Ahora que estamos acostumbrados a llevarlo todo el móvil, nunca está de más tener una mini libreta y un boli, el móvil siempre puede quedarse sin batería.
8. No te olvides de un buen libro para horas muertas.
9. Actúa como la gente que vive allí, ellos son los que más saben de sus ciudad y de cómo sacarle partido.
Baño "alaturka". Estambul |
Una vez al año ve a algún lugar en el que
nunca hayas estado antes (Dalai Lama).
nunca hayas estado antes (Dalai Lama).
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