miércoles, 26 de septiembre de 2012

Université Catholique de l'Ouest


Ese sopor que entra después de comer estando en clase aburrido, no es nada comparado al sueño profundo que tengo yo cuando estoy en clase, pero con el valor añadido de no enterarme de nada. El profesor hablando en francés melódicamente no hace más que aumentar mis ganas de dormir encima de la mesa. Cuando la explicación se apoya en un Power Point o en transparencias veo la luz al final del túnel. Puedo entretenerme copiando, todo un lujo que ya valoré mucho el año pasado estando en Cataluña. De momento transcribir lo que el profesor dice es misión imposible, y después de días pasmando y mirando al infinito poniendo cara de entender, hoy he llevado el portátil a clase, sabia decisión por cierto.

Hablemos de la uni, la Université Catholique de l’Ouest. Como su propio nombre francés indica, es una universidad católica. Católica, privada y con una matrícula exorbitadamente cara. Gracias a mi programa Erasmus, quien se lleva la pasta de la matrícula de 4º curso de Publicidad y Relaciones Públicas es la Uvigo. Y menos mal, porque estudiar en la Catho (como la llaman los autóctonos) cuesta un riñón y parte del otro. Lo que me sorprende es que a pesar del desembolso de dinero que hacen los franceses para estudiar aquí, las instalaciones se caen a trozos.

El campus de esta universidad es grande, pero nada que ver con lo que estaba acostumbrada. A mí me gusta, me parece muy bonito y con encanto francés. Es un recinto cerrado con forma triangular con varios edificios. Las facultades aquí se llaman “institutos” y hay diferentes bloques para impartir las múltiples carreras que ofrece la Catho. Entre los edificios del campus el que destaca (por su majestuosidad) es el que denominan “Palacio”, dónde se encuentran los despachos de algunos coordinadores y aulas pequeñas. La carrera de comunicación, por ejemplo, se cursa en el ISCEA, algo así como “instituto de la ciencia de comunicación y la enseñanza”. Todo está indicado por letras y colores, es un poco lioso para encontrar el aula dónde se imparte la clase que te toca, porque además cambia cada semana, pero todo es acostumbrarse.

Dejando al margen el horario, que también es algo curioso, las instalaciones de la Catho sorprenden, algunas de forma positiva, como las salas de Mac del ISCEA. Otras porque es algo que no te imaginas en una universidad; me refiero al aula prefabricada, y no la llamo yo así, se llama así porque es un barracón prefabricado como de obra (que te puedes encontrar perfectamente en Leroy Merlin) en el que se da clase.

Los pupitres de algunas aulas del edificio René Bazin se parecen a los que había en los colegios españoles en la época de Franco o bien a los que aparecen en series de teenagers americanos; cutres y pintarrajeados con todo tipo de artilugio que sirva para dejar una marca. El socorrido “yo estuve aquí” pero a lo francés. En fin, que dan un aspecto de dejadez absoluta.

Eso del ordenador, el proyector y las diapositivas que tanto les gusta a los profesores en España, aquí es un rudimentario sistema de transparencias que yo no había visto nunca en una universidad. Por no hablar de la pantalla donde se proyecta y la dificultad y coñazo de copiar de un folio que el profesor va subiendo o bajando según lo que quiera enseñar al alumnado.

En resumen, que mucha universidad privada y mucho prestigio por fuera pero por dentro nada que envidiar a la Universidad de Vigo ni a la Rovira i Virgili, dos universidades públicas en las que tuve la oportunidad de estudiar, y por eso me atrevo a comparar. 

Este cuatri tengo que cursar 9 asignaturas para completar los 30 créditos que me exigen; tengo algunas que me interesan mucho y a las que les podré sacar patido, otras que no tanto, porque ya las hice muy parecidas y otras que están porque hay que llenar el cupo. Francés para extranjeros son 5 créditos, todo un regalo porque estoy en el nivel 1 (hay 4), y en clase nos explican el verbo être y el avoir, (ser/estar y tener) es decir, que es básico básico básico. Tras hacer un examen escrito aterricé en el nivel 1, y comparto clase con estudiantes rumanos, coreanos, españoles, alemanes y creo que japoneses. Tengo la sensación de no aprender nada (el resto de españoles también) porque el problema es a la hora de hablar, no de comprender. Resulta absurdo completar un poema para niños o hacer un ejercicio de artículos indefinidos cuando estamos estudiando el último curso de una carrera en francés.

Otras asignaturas como “management des entreprises” (gestión de empresas) o “publicité et stratégies de communication” son las típicas de coger apuntes y bostezar aunque sean las 5 de la tarde. Tengo un horario de chiste con muchas clases espaciadas y semanas medio vacías, porque, según nos han explicado, nuestra carrera está impartida por profesionales de la comunicación y el horario de clase se adecua a su disponibilidad. Eso sí, los días que tengo clase estoy metida en la facultad todo el día y sin descanso ni para comer un triste pain au chocolat. He cogido asignaturas sin examen, se entrega un dossier, que es como llaman aquí al trabajo final, y voilá, c'est fini.

Las semanas de vacíos existenciales aprovecharemos para conocer Francia o mirar algún vuelo barateiro a dónde se pueda ir. 

Os dejo con unas fotos del campus que hice con el móvil para que veáis el encanto que tiene, además mi madre me las ha pedido para cotillear un poco.  




El aula prefabricada de la que os hablé



Tere borrosa en la puerta de nuestra facultad





Los mil y un paneles informativos que hay por todo el campus



El Palacio, que es lo primero que se ve al entrar en el campus





Bisous :)





4 comentarios:

  1. El campus parece muy bonito pero sí, es verdad, alguna pared necesita una manita de pintura. Y la gente ¿dónde está?.

    ¡Uy, uy! ese revoltijo de asignaturas y horario tan extraño no es muy alentador pero ya sabíamos que la cosa no iba a ser fácil, o sea que no te desanimes y poco a poco te irás enterando...o eso espero.
    Un beso, mamá

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  2. me encanta ser un espectro en la puerta de la facultad!

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  3. Me he quedado con el detalle de que vayan con "transparencias". Incluso en la URV están las cosas mejor (aunque la máquina para proyectarlas sigue estando en muchas clases).

    Dicho esto, ánimo con el blog y, especialmente, con tus quehaceres por esos parajes.

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  4. jajajajajjaajja ya lo d las transparencias es buenisimo quien era el profesoe-a d la cmpañia q traia transparencias?? y muxo dcir q españa va fatal y q somos un dsastre pero aki no studiamos en aulas prefabricadas xD

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